Algunas son graduadas
o de simple aforo, es decir, se enrasa una vez en los cero
mililitros, y luego se deja vaciar hasta el volumen que se necesite; en
otras, las denominadas de doble enrase
o de doble aforo, se enrasa en
la marca o aforo superior y se deja escurrir el líquido con precaución hasta
enrasar en el aforo inferior. Si bien poseen la desventaja de medir un volumen
fijo de líquido, las pipetas de doble aforo superan en gran medida a las
graduadas en que su precisión es mucho mayor, ya que no se modifica el volumen
medido si se les rompe o si se deforma la punta cónica.
Para realizar las succiones de líquido con mayor
precisión, se utiliza, más que nada en las pipetas de doble aforo, el
dispositivo conocido como propipeta.
METODOLOGÍA DE USO
- Se introduce
la pipeta (con la punta cónica para abajo) en el recipiente del cual se
desea extraer un volumen determinado de muestra.
- Se coloca la
propipeta o una perita en la punta libre
y se hace ascender el líquido por encima del aforo superior.
- Rápidamente
se gradúa con la propipeta o se saca la perita colocando el dedo índice
obturando la punta, para evitar que descienda.
- Se disminuye
leve y lentamente la presión ejercida por el dedo, hasta que el líquido
comience a descender. Se vuelve a presionar cuando el menisco del líquido llegó a 0. Si el líquido descendió
demasiado, se comienza nuevamente.
- Se traslada
la pipeta al recipiente destino.
- Se disminuye
nuevamente la presión del dedo hasta llegar a la cantidad de mililitros
necesarios.
- En el caso
de las pipetas graduadas, para vaciarla completamente se saca el dedo
completamente y se deja caer; pero no se debe forzar la caída de las
últimas gotas, sino que éstas deben quedar en la punta cónica de la
pipeta.
- En la pipeta
graduada se pueden medir distintos volúmenes de líquido, ya que lleva una
escala graduada.
- La pipeta
aforada posee un único enrase superior, por lo que sólo puede medir un
determinado volumen.
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